jueves, 28 de octubre de 2010

A NUESTROS ESTIMAD@S LECTORES

Sabemos que muchos de ustedes están inquietos por la falta de actualización de material en nuestro distinguido blog. También estamos al tanto de vuestras nunca bien ponderadas opiniones y sugerencia. Es por lo mismo que les queremos comunicar que no es por falta de interés, más bien todo lo contrario.
El equipo editorial de esta publicación, junto con toda la plana ejecutiva y el cuerpo de redactores y periodistas de P.I.C.O. estamos trabajando para ofrecerles dentro de algunos días la página web oficial del Periódico Intelectual de Catarsis Onanista.
Así que ya saben, bolsa de ociosos y harapientos de verdad. Se viene, se viene...


MUY PRONTO... (y vayan agarrándose los Chitecos...)

lunes, 18 de octubre de 2010

MECÁNICA POPULAR. Las Meninas

POR MI CULPA

by Arnold Lota Schwagger

Los obispos coloniales sancionaban los bailes, las falditas cortas, los besos en público. También quienes no tenían “cédula de haberse confesado” no podían ingresar al hospital. En este libro la Iglesia que no cesa y que ayuda a resolver los grandes conflictos sociales da la cara y se confiesa.

Crucificada, cuestionada y querida, ésa es la cruz actual de la Iglesia. Abusos a niños, relaciones de párrocos con prostitutas, un cura haciendo misa con sólo diez personas el domingo. La Iglesia que ayudó y ayuda a los pobres, que los representa, que auxilia a las personas ante el horror humano, como en la dictadura militar de Chile, y que interviene ante el conflicto mapuche. La Iglesia no descansa.
Pero la historia es larga y ruega por nosotros para que la sepamos. Y un aporte es el libro que acaba de publicar editorial Universitaria, el segundo tomo de la “Historia de la Iglesia en Chile”. El primero se subtitula “En los caminos de la conquista espiritual” y ahora el tema es “La Iglesia en tiempos de la Independencia”. Dos tomos de cinco. Los siguientes serán publicados anualmente.
El libro, presentado por monseñor Alejandro Goic y dirigido por Marcial Sánchez Gaete, está escrito por una serie de historiadores especialistas en el área. Aquí, la Iglesia y el proceso de emancipación, la jerarquía eclesiástica en la Independencia, y otros mitos arman la Biblia personal de una historia local.

LA MANO DEL ESTADO
Durante el proceso de emancipación en el país el rol desempeñado por la Iglesia se caracterizó por el estrecho vínculo con el poder político, “procurando la mantención de la cohesión de la sociedad”, escribe el magíster en Historia, Ulises Cárcamo, en el ensayo que abre el volumen.
Tiempos en que la Iglesia gozaba de beneficios, como percepción de diezmos, no pagaban impuestos y “primicias” para solventar los gastos. La Iglesia, no sólo se hizo cargo de las necesidades espirituales, sino que cumplió una labor de control social de la mano del Estado.
Y tan potente era el vínculo que mandaron con viento fresco a la Compañía de Jesús. La expulsión de los jesuitas, en agosto de 1767 en Chile -sería también en Hispanoamérica- fue entre otros motivos por su crítica al desarrollo de teorías populistas acerca de la fuente del poder político. Dos años después de su salida se impusieron “Las Instrucciones”, que consistían simplemente en promover “una adhesión y fidelidad absoluta al sistema de gobierno imperante”.
La moral pública era pan de cada día. Los obispos coloniales sancionaban los bailes, las falditas cortas, los besos en público, los escotes femeninos y los brazos desnudos, acciones que eran calificadas como “indecentes y provocativos”.
Otra de las actitudes mantenidas por la Iglesia era el control del ejercicio espiritual, esto porque los párrocos realizaban listas de asistentes a las misas, y marcaban con una cruz al que se había confesado y dos puntos al que comulgaba.
Las restricciones se trasladaron también a los hospitales, ya que las autoridades eclesiásticas dejaban en claro que no admitían a enfermo, “español o indio o negro, que no lleve cédula de haberse confesado”. Pero la alternativa existía, ya que el capellán del hospital podía hacer la paleteada para una especie de confesión express lo que permitía entrar a pabellón o por lo menos a la sala de espera.
Ya el Sínodo de 1688 declaraba la censura de algunas fiestas populares como los juegos de chueca de los indígenas porque con esto se fomentaba la borrachera y posibles conspiraciones “levantamientos y sediciones”.
Incluso para mendigar se exigía que el cura de la parroquia vecina le otorgase al año una cédula “previa constancia de haber cumplido, el interesado, con el precepto anual de la Santa Madre Iglesia”. A su vez los clérigos debían mantener el pelo corto y de mujeres ni hablar. Sólo debían acompañarse en público de su madre o hermanas. Una cuestión inapelable era la participación en los juegos de azar y por ningún motivo podían andar con naipes bajo la sotana.
Con respecto a los monasterios femeninos, se encontraban ocho instalados en Santiago, los que estaban bajo el régimen de clausura, lo que implicaba, “la prohibición que tienen ellas de salir del monasterio y la imposibilidad de la entrada de alguien extraño al recinto”.
Incluso ninguna podía subirse al techo, ni menos escalar un árbol “que sobrepase con sus ramas al claustro”. Y como las excepciones generalmente existen, sólo en caso de incendio, catástrofe o inundación podían salir del recinto, previa evaluación del obispo.

MOVIMIENTOS DEL ESPÍRITU
La finalidad de la Inquisición en Chile y el control social originado en el Concilio de Trento, capítulo tratado por Macarena Cordero (doctora en Historia), fue “la de mantener la ortodoxia católica, en decir, la fe libre de herejías, principal valor político, jurídico y social protegido por la Corona, la Iglesia y la sociedad en el Antiguo Régimen”.
Por ello eran vigiladas las personas que circulaban “las ideas ilustradas” y la lectura de “libros declarados prohibidos por la Iglesia”, pero como la mayoría de la sociedad era analfabeta el propósito era un tanto absurdo.
En Chile los tribunales inquisitoriales contaban con los siguientes funcionarios: Inquisidores, notarios, receptores, alguaciles y carceleros. Además, de los comisarios que resguardaban el principio de la fe, que podía ser el cura del pueblo o se podía designar a una “persona honesta para desempeñar el cargo”.
Ya en el siglo XIX, Benjamín Vicuña Mackenna fue una piedra en el zapato para la Iglesia, o por lo menos hizo un ruido de pies. Sobre la instalación del Santo Oficio en América y del carácter del monarca Felipe II, señaló que su “conciencia era una hoguera e infierno”, que buscaba “herejes que quemar”.
Otro aspecto tratado en la “Historia de la Iglesia en Chile” es la religiosidad en la población. Y como ejemplo se pone el terremoto que azotó a Valparaíso en noviembre de 1822, el que da cuenta de los movimientos del espíritu, como deja constancia las memorias de Richard Longeville, quien recuerda que después de “haber pasado el peligro del momento, aunque los remezones continuaron… algunos hombres se azotaban desnudos de la cintura arriba y se golpeaban con manojos de espinas hasta que sus espaldas laceradas manaban sangre”. Varios andaban con su crucifijo entre los brazos.

jueves, 14 de octubre de 2010

ORDEN Y PATRIA (entre otras cosas)

Carabinero de Cañete queda en prisión preventiva luego de ser detenido portando pasta base
 
En prisión preventiva por tráfico de drogas quedó el carabinero de Cañete que fue detenido portando pasta base, el prefecto de la provincia de Arauco lamentó la situación y enfatizó que el uniformado fue dado de baja.

17 años de servicio tenía el cabo primero Oscar González de la 3º comisaría de Cañete, quien fue detenido por funcionarios del OS7 cuando regresaba de Santiago, portando 17 gramos de pasta base.
Se trata de una investigación de de casi dos meses que estaba a cargo del Fiscal Luis Morales y luego de escuchas teléfonicas se comprobó que el ex carabinero estaba vinculados al tráfico de drogas.
Oscar González había a regresado a la tercera comisaría de Cañete hace 7 meses, el Prefecto de la Provincia de Arauco, Dario Goldberg lamentó lo ocurrido y enfatizó que el uniformado fue dado de baja.
Luego de ser formalizado en Juzgado de Garantía de Cañete el ex cabo primero , Oscar Gonzáles, quedó en prisión preventiva y se decretaron 3 meses para investigar el caso, ya que no se descarta que más personas estén involucradas al tráfico de drogas.
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Capitán Marcelo Morales Herrero

Este lunes fue detenido el capitán Marcelo Morales Herrero, de la Primera Comisaría de Osorno, por injurias, discriminación y malos tratos a sus subordinados.
La orden emanó del fiscal militar, José Manuel Baquedano, quien dejó en calidad de detenido en el cuartel de carabineros de Rahue Alto a Morales Herrero, según informó Radio Biobío.
El oficial esta siendo investigado luego que Personal de Nombramiento Institucional (PNI), denunciaran actos impropios por parte del oficial con sus subordinados, quienes lo acusan de injurias, malos tratos especialmente a personal de apellido indígena y Cohecho, al solicitar beneficios personales a los subordinados.
Baquedano tiene cinco días para establecer el grado de responsabilidad del oficial y  resolver si lo procesa o deja en libertad.
Marcelo Morales se desempeñaba desde el 2007 en dicha ciudad, habiendo estado antes en la I Comisaría de Viña del Mar.
La unidad policial está a cargo de del Mayor, Patricio Eduardo Sánchez Castro.
Carlos Burgos, prefecto de Carabineros de Osorno, dijo estar sorprendido por la detención del oficial aunque señaló que colaborará en todo lo que sea necesario para aclarar los hechos.

Aún tenemos patria, ciudadanos

por Jorge Nitales.


No podemos ser mal agradecidos, menos ingratos con el terruño, mal que mal esta porción de tierra nos vio nacer en hospitales donde las peruanas paren en los baños y los matasanos cambian las guaguas. Igual no más, estamos vivitos y coleando, y como los 33, estamos todos bien, contentos y dispuestos a seguir celebrando este bicentenario como si fuera algo excepcional, intransferible, como si a ningún país de Latinoamérica le estuviera pasando.
Eso no sé si será por ignorancia, o por el aweonamiento tan propio en nuestro ADN nacional. Pero harta gente parece que creyera que esto que vive Chile, es parte de algún mérito propio. En todo caso da lo mismo. Siempre hemos tenido voluntad para celebrar en fechas simbólicas, aunque personalmente no tengo que esperar Septiembre para endieciocharme o aguantarme hasta el año nuevo para chupar como contratado mientras reparto abrazos a cuanta muchacha más o menos potable se me cruce.
Es cierto que algo hemos cambiado en doscientos años. Ya casi no quedan raja´os como Jorge del Carmen Valenzuela Torres, más conocido como el Chacal de Nahueltoro, que fue arrestado en una fonda por asesinar a su conviviente y a sus cinco hijos. Ese estilo criollo criminal, fue reemplazado por asociaciones ilícitas, oxicorte y sicópatas con los cuales se hace literatura.
Hoy, además, tenemos un país pluralista y libertario, que acepta la diversidad e, incluso, las patologías ideológicas. Gracias a esta apertura, las neurosis se quedan en eso. ¿Se imaginan a Fernando Villegas sin una tribuna para despotricar su fascismo una vez a la semana? ¿O a Teresa Marinovic sin una plataforma como El Mostrador para dar su opinión? Un Adolf Hitler, una esposa de Macbeth, podrían ser acuñada perfectamente por estos lados.
Ahí se nota que los doscientos años de algo nos han servido, que somos tolerantes, que por muy ebrios que nos encontremos, resentidos por la herencia de la dictadura, endeudados por los creditazos del Bancoestado, enfermos sin cobertura de isapres, no agarramos la guadaña y nos acriminamos en contra de nuestras familias, o de estos personajes públicos que, gracias a la tele, son más cercanos que nuestra propia madre y, a lo más, mandamos un posteo hipermoderno rezando un "CTM".
Estamos en el concierto internacional, en la OCDE, somos uno de los mayores exportadores de cobre,  a nuestro haber hay dos premios Nobel de literatura y, en la actualidad, una escritora Best Seller mundialmente conocida. ¿Quién lo podria pensar de esta Republiqueta ubicada a miles de kilómetros de los centros económicos, cercada por una cordillera practicamente infranqueable, acá, donde el diablo perdió el poncho?
Una patria lejana a esa mediocridad roticuacua y bárbara del Chacal de Nahueltoro, un viejo de mierda curao y femicida, cuando el neologismo ni siquiera tenía la intención de existir, en los ´60, antes de la revolución socialista y la contrarrevolución capitalista, que nos diera estas alamedas renovadas por donde transita libre el hombre libre-cambista..
Somos parte de una República, de un Estado nación moderno, que vitorea a sus "once gladiadores" cuando visten la roja de todos, que baila su cueca loca, que eleva su volantín chupete y que se come su empanada de pino con su vaso de vino durante Septiembre, aunque el resto del año baile reggaetón, juegue en los tragamonedas del barrio y se coma atravesado el completo con medio litro de schop.
Las cosas han ido lentas pero seguras, y a pesar de que nuestro sueldo mínimo sea infinitamente más ratón que las utilidades de Cencosud, y que a los "agoreros del pesimismo" en vez de gritar viva Chile, les dé por el Marrichiweu, "¡aún tenemos patria, ciudadanos!".
Esta patria, claro está, apenitas nos gusta. Esta patria que más parece una colonia de transnacionales, un experimento de la sociedad del espectáculo. Pero no es el momento para aguar la fiesta, porque entre ponerle y no ponerle, siempres es mejor ponerle